08 abril 2015

Invitación a Misas de Inicio de año Pastoral


Queridos Amigos... Compartamos esta buena noticia.
Como Comisión Diocesana de Catequesis, queremos comenzar juntos este nuevo año pastoral. Queremos pedirle a nuestro buen Padre Dios, que a fuerza del Resucitado nos acompañe y seamos testigos de su obra en medio nuestro. 


01 abril 2015

RETIRO ESPIRITUAL PARA CATEQUISTAS

Como comisión diocesana queremos invitar a los catequistas (y/o demás agentes pastorales) de un determinado decanato la oportunidad de un encuentro personal con Jesús para descubrir y renovar su vocación y ministerio en la Iglesia. Al mismo tiempo fortalecer los vínculos parroquiales y decanales entre los catequistas y sus pastores.

A continuación presentamos la organización del año y del día de retiro:

(A lo largo del año)

Fecha
Decanato
18 de abril
Viña Norte
9 de Mayo
Ntra. Sra. Del Carmen del Aconcagua
13 de junio
Juan XXIII
11 de julio
La Santa Cruz del Valle
8 de Agosto
Santa María de Marga Marga
12 de septiembre
Santa María del Mar
10 de octubre
Santa María del Almendral
14 de noviembre
Purísima de Lo Vásquez

Invitamos a todos los catequistas a que pregunten a sus pastores y participen de esta instancia de Dios. 


18 diciembre 2013

Preparen los caminos del Señor

1. La fe en el Señor Jesús, en su venida pasada, presente y futura no brota espontáneamente en el corazón de las personas, aunque tenemos una predisposición a acogerlo porque hemos sido hechos para Él: “Nos has hecho para ti Señor y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti” (San Agustín).

2. Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “Si el hombre puede olvidar o rechazar a Dios, Dios no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para que viva y encuentre la dicha. Pero esta búsqueda exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de su voluntad, un “corazón recto”, y también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a Dios” (n. 30).

3. Nuestra principal tarea como Iglesia es pues enseñar a otros a buscar a Dios ya que sólo en Él encontrarán paz y sentido a sus vidas. La acción pastoral del Papa Francisco, con gestos concretos de misericordia, con un lenguaje clave de amor y de cómo Dios actúa en nuestras vidas, es un modelo a seguir.

4. Esta constatación nos lleva a fijar nuestros ojos en la figura de San Juan Bautista ya que Dios le dio como misión en este mundo “preparar al Señor un pueblo bien dispuesto”, tal como se lo dijo el ángel Gabriel a su padre Zacarías (Lc 1, 17) y él mismo lo canta el día de la circuncisión de Juan el Bautista: “Y tu niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparando sus caminos” (Lc 1, 76).

5. Juan el Bautista no improvisa su misión. Se va (treinta años) al desierto (Lc. 1, 80; 3, 2), vive en completo anonimato dedicado a la oración, a la escucha de la Palabra de Dios, a la lectura de los signos de los tiempos, llevando un estilo de vida muy austero (Mt 3, 4). De esta profunda comunión con Dios obtiene la fuerza para anunciar al Mesías Cristo, denunciar el pecado de Herodes y de los fariseos, llamar a todos a la conversión, soportar la cárcel y finalmente dar su vida por el Evangelio de la Verdad y la Justicia. Con razón Jesús lo llama “lámpara ardiente y luminosa” (Jn 5, 35) y afirma que es el profeta más grande nacido de mujer (cfr. Mateo 11, 11).

6. Junto a este testimonio de vida potente y a la fuerza profética de su Palabra, debemos destacar en Juan Bautista su humildad. Se define a sí mismo simplemente como “una voz que grita en el desierto” (Lc 3, 4); él no es la Palabra salvadora sino solamente la voz de la Palabra. Y ante las dudas de su pueblo les dice: “Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego” (Lc 3, 16).

7. Si cada uno revisa su historia de fe, podrá reconocer que han intervenido en ella muchos “Juanes Bautistas”, hombres y mujeres que con su testimonio de vida, de amor entregado, de servicio incondicional a los más pobres nos han acercado a Jesús. ¿Cómo reconocemos a estos testimonios en nuestras comunidades? No lo olvidemos, siempre cerca nuestro hay hermanos que nos acercan al Señor.

8. Contemplando a Juan Bautista en el Evangelio y a los “Juanes Bautistas” que han sido los instrumentos de Dios en nuestras vidas para abrirnos la “puerta de la fe” y consolidarla, oigamos su llamado en este Adviento a ser también nosotros “Juanes Bautistas” para otros. La fe se transmite persona a persona, ayudados ciertamente por muchos otros medios (publicaciones escritas, imágenes, audiovisuales, etc.), pero nada sustituye el contacto personal, la escucha atenta, el diálogo sereno, la presencia amistosa, la bondad incondicional.

9. Para ello démonos tiempos más largos de preparación espiritual, como lo hizo San Juan Bautista. La tradición espiritual los llama “días de desierto”, en los cuáles Dios nos hablará al corazón (cfr. Os. 2, 16). Dice el bienaventurado Carlos de Foucauld: “Es necesario pasar por el desierto y vivir en él para recibir la gracia de Dios; allí es donde nos vaciamos, donde arrojamos de nosotros todo cuanto no es Dios (…) Es un tiempo de gracia, un período por el cual necesariamente ha de pasar el alma que quiere producir fruto”.

10. Estos tiempos de soledad y silencio nos ayudarán a despojarnos de todo lo superfluo, a crecer en austeridad, a tener una mayor sensibilidad social y a compartir lo nuestro con los que nada tienen. Nos predisponen así a acoger la enseñanza de nuestros Obispos para “humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile”, sin creernos nunca los salvadores. Sólo Dios salva y hace crecer su reino. Lo nuestro es, por lo tanto, disminuir para que Él y su reinado crezcan. (cfr. Jn. 3, 30).


Para la oración personal

• En el silencio de la oración contemplar a Juan el Bautista y dejarnos interpelar por su testimonio y su predicación: Lucas 3, 1-20.

• Repasar mi historia de fe identificando los “juanes bautistas” que el Señor me ha regalado en las distintas etapas de mi vida. Recordar sus rostros, testimonios y palabras. Agradecerlos de corazón.

• Releer el “canto de Zacarías” (Lucas 1, 67-79) sintiéndolo como una invitación a ser Juan el Bautista para otras personas en mi familia, trabajo, vecindario, organización social, deportiva o artística. ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Qué me falta? Pedir al Señor la gracia de pasar por el desierto para poder preparar sus caminos y anunciarlo con fuerza y convicción.

06 septiembre 2013

SEPTIEMBRE MES DE LA BIBLIA

La Comisión Nacional de Animación Bíblica de la Pastoral (antes llamada de Pastoral Bíblica), se crea en el año 1985 con la finalidad de ofrecer difusión y formación bíblica. Una de sus primeras tareas fue impulsar la semana de la Biblia que, a partir del año 2000, pasa a ser el Mes de la Biblia en nuestro país (celebración que es compartida por todos los países latinoamericanos).

Objetivo general: 
Contribuir a profundizar, socializar e implementar en las Diócesis, el servicio evangelizador de la Iglesia en Chile a través de la Animación Bíblica de la Pastoral.
Objetivos específicos: 
• Contribuir a gestar el encuentro con Cristo, generando una relación de discípulos, de hijos en Hijo. 
• Aportar al fortalecimiento de personalidades auténticamente humanas y cristianas.
• Profundizar la comunión y la fraternidad como un don parea el servicio de los demás y de manera especial
a los más pobres.


La intención es que durante este mes, en todas las comunidades cristianas, se desarrollen algunas actividades que nos permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios

Durante todo el mes de Setiembre, la Iglesia celebra el mes de la Biblia. La intención es que durante este mes, en todas las comunidades cristianas, se desarrollen algunas actividades que nos permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios.

Propuestas para escuchar la Palabra


- La lectura diaria de los textos bíblicos litúrgicos es una excelente ayuda para profundizar en la Palabra de Dios. De esta manera nos unimos a toda la Iglesia que ora al Padre meditando los mismos textos. También nos acostumbramos a una lectura continuada de la Biblia, donde los textos están relacionados y lo que leemos hoy se continua con lo de mañana. La lectura diaria de los textos (para lo cual Liturgia Cotidiana es una excelente herramienta) constituye una "puerta segura" para escuchar a Dios que nos habla en la Biblia.

- ¿Has leído alguna vez un evangelio entero "de corrido"? Es muy interesante descubrir la trama de la vida de Jesús escrita por cada evangelista. Muchos detalles y relaciones entre los textos que cada evangelista utiliza quedan al descubierto cuando uno hace una lectura continuada. Este mes es propicio para ofrecerle a Dios este esfuerzo. Te recomendamos la lectura del evangelio de Marcos. No es muy largo, en unas horas se puede leer. Al ser el primero de los sinópticos, los otros (Mateo y Lucas) lo siguen en el esquema general. Por lo tanto es una muy buena "puerta de entrada" al mensaje de Jesús.

- Otra posibilidad para poner en práctica este mes (y tal vez iniciar un hábito necesario y constructivo) es la oración con los salmos. Los mismos recogen la oración del pueblo de dios a lo largo de casi mil años de caminata del pueblo de Israel. Nos acercan la voz del pueblo que ora con fe, y la palabra de Dios, que nos señala esta manera de orar para acercarnos y escuchar sus enseñanzas. En los salmos podemos encontrar una inmensa fuente de inspiración para la oración.


Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia desde el corazón y atentos a la escucha de lo que nos quieres comunicar.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren.







05 julio 2013

TALLERES METODOLÓGICOS DE INVIERNO



Querid@ herman@ catequista:

Recibe una vez más nuestro cálido saludo en estos fríos días en los que el Señor nos permite crecer en solidaridad y amistad.

El estado de misión permanente de la iglesia, no es ajeno a la catequesis, como tampoco lo es la necesidad de renovación en las estructuras que no están sirviendo adecuadamente a la evangelización. Es por eso que queremos invitarte, como parte de esta iglesia en misión, a participar en los Talleres metodológicos de invierno que realizaremos el sábado 20 de julio entre las 8:30 y 18:30 hrs. en la Escuela Alemania (Av. Argentina 455, Valparaíso).

Reconocemos claramente en nuestra diócesis una urgencia pastoral en los que se refiere a la catequesis bautismal y matrimonial, por eso en los talleres de este año enfrentaremos estos temas para buscar juntos caminos de conversión pastoral que nos hagan ser catequistas entusiastas, convencidos, verdaderos testigos creíbles del Evangelio.

La temática que desarrollaremos abordará los siguientes temas:

- Ser y quehacer de la catequesis
- Perfil y espiritualidad del catequista
- El desafío de evangelizar a la familia
- Renovación del lenguaje: de charlas a catequesis
- Necesidad y conveniencia del bautismo y el matrimonio hoy

Como de costumbre, la invitación es para todos los catequistas, y de una manera especial para quienes están actualmente desarrollando su misión en el área bautismal y matrimonial.

Para poder optimizar la organización de estos talleres, te pedimos puedas enviarnos la ficha de inscripción a catequesisvalpo@gmail.com o directamente en el obispado de Valparaíso, cuarto piso oficina de catequesis, y aportando $3000 para materiales y un rico almuerzo.

Para consultas no dudes escribirnos a catequesisvalpo@gmail.com o llamando al 2255538 anexo 245.

Que el Señor te bendiga, nos vemos pronto,


Comisión diocesana de Catequesis
Obispado de Valparaíso

06 junio 2013

MEDITACIÓN SOBRE EL CORAZÓN DE JESÚS
¿Cómo entender hoy la “devoción al Sagrado Corazón de Jesús”? ¿Sigue siendo un  lenguaje válido para el cristiano del siglo XXI? ¿Qué hay de forma y qué hay de fondo? o ¿cómo ir más allá de ciertas imágenes y formulaciones que remiten a teologías de épocas pasadas?

Distingamos lo que nos parece central y duradero, dejando de lado lo que pertenece a formas propias de ciertas épocas o sensibilidades particulares. Hablaremos sólo de lo que nos parece más importante al mirar el Corazón de Jesús. Al entrar en la hondura del sentir y del querer de Jesús encontramos, al menos, cuatro impulsos:

I.                   Un corazón ofrecido, entregado, disponible por completo al Padre.
II.                 Un corazón humano que ama como nunca nadie ha amado.
III.              Un corazón humano que quiere ser amado
IV.              Un corazón que siente el dolor de los pobres y desea reparación.



I.                   Tal vez la disposición más característica del Corazón de Jesús es su actitud de amorosa ofrenda al Padre. Está del todo disponible para cumplir la voluntad del Padre, está ofrecido en oblación de amor para salvación de toda la humanidad. Su actitud fundamental es de generosa entrega, de auto donación, en amor a su Padre y a sus hermanos. No hay en él asomo de mezquindad, de egoísmo, de estar centrado en sí mismo. Es el hombre para los demás, al servicio de la misión que el Padre le encomienda. Un corazón que muere a su propio querer, un corazón anonadado, humilde, obediente, a la vez que valiente y amante.

Cuando Pablo invita a los Filipenses a tener los mismos sentimientos de Cristo y luego desarrolla el bello himno cristológico (2,5-11), nos invita a este tipo de identificación con Cristo. Nos propone unirnos al sentimiento de amorosa entrega de Jesús.
La mejor expresión de su auto donación y el retrato máximo de su Corazón entregado lo encontramos en la imagen del costado abierto del Crucificado, del cual brotó sangre y agua (Jn 19,34).

Jesús anticipó y expresó de manera inesperada esta entrega de su Corazón en los gestos y palabras de la Última Cena. “Tomen y coman todos de él, esto es mi cuerpo, entregado por ustedes.” (…) “Esta es mi sangre, sangre de la Alianza nueva y eterna, derramada por ustedes…” Esa noche Jesús dejó instituido como signo y sacramento el impulso de amor permanente de su Corazón entregado por nosotros. Aceptaba, por amor, la dolorosa e injusta muerte que le era impuesta. Aceptaba dar la vida por los suyos, demostrando el amor más grande.

Jesús me invita a asociar mi corazón al suyo, haciendo mío su querer y su sentir. Esa es la actitud interior fundamental que nos propone vivir. Entregar la vida para la misión, ofrecer de corazón mi día y mis obras para el servicio del Reino. Es vivir la espiritualidad eucarística, “por Cristo, con Él y en Él”, Cristo ofrecido en la Eucaristía y nosotros con Él.

II.                Nunca nadie amó como Él.
Los pobres, los pecadores, los enfermos, los niños, los marginados, todos encontraron refugio y consuelo en el cariño y la bondad de Jesús que “pasó haciendo el bien” (Hch 10,38). Fue el rostro amable de Dios para los abatidos y los desesperanzados, que recibieron acogida, comprensión, aliento. Del amor abundante de ese Corazón los humildes recibieron dignidad y vida nueva.

El amor más grande, el amor que da la vida por los suyos (Jn 15,13), el amor que sale a nuestro encuentro en ese Corazón, es:
·        Amor gratuito, incondicional, sin marginaciones (Mt 5,44).
·        Amor sin medida, “Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí” (Jn 15,9).
·        Amor de amistad, “los llamo mis amigos” (Jn 15,11-17).
·        Amor valiente, no teme enemistarse con los poderosos (Mc 3,1-6).
·        Amor tierno, abraza a los niños (Mc 10,13-16).
·        Amor misericordioso, “...Yo tampoco te condeno” (Jn 8,11)
·        Amor que corre a darnos su perdón (Lc 15,11-32).
·        Amor paciente y humilde (Mt 11,29).
·        Amor desafiante, que invita a seguirlo (Mc 10,21).
·        Amor que siente compasión de la muchedumbre, “que estaban como ovejas sin pastor” (Mc 6,30-44)
·        Amor ofrecido a los que nadie amaba (Lc 7,36-50)

Este es el amor ardiente e incontenible que está en el Corazón de Jesús, el corazón más humano de todos, por ser también divino. Hoy el Resucitado nos sigue amando con ese mismo corazón humano, en su plena humanidad glorificada. “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28,20).

En este Corazón queremos hacer nuestra morada. Él suple con su infinita misericordia nuestras limitaciones e incoherencias. A Él nos acogemos con la confianza de no ser rechazados, porque su amor sana nuestras miserias. Entendemos así y nos hacemos cargo de las palabras de Juan Pablo II: “es urgente que el mundo sepa que el Cristianismo es la religión del amor.”

III.              La piedad clásica del Sagrado Corazón de Jesús invita a una oración de reparación ante los ultrajes que sufre un Corazón que tanto ha amado a la humanidad y que no recibe más que desprecios e indiferencia, un Corazón triste por la ingratitud del mundo.

“He aquí este Corazón que tanto amó a los hombres hasta consumirse para testimoniarles su amor. Y como reconocimiento sólo recibe de la mayoría ingratitudes, por las irreverencias y sacrilegios, y por la frialdad y desprecio que tienen conmigo en este Sacramento de amor. Y lo que me duele más es que son corazones a mi consagrados que también proceden de esta manera.” (Palabras de Jesús a Santa Margarita María en junio de 1675)

Este lenguaje quejumbroso y sentimentalista puede hoy chocar nuestra sensibilidad moderna, pero nos da luces para entender mejor la verdadera humanidad de Jesús y tomar conciencia de una dimensión que nos resulta sorprendente: Jesús, al igual que nosotros, necesita cariño. Él fue hombre como nosotros somos hombres, en todo lo que esto significa, también en sus sentimientos, en sus penas y alegrías, en sus necesidades de afecto. El hecho de ser también Dios no le resta nada a su verdadera humanidad. Le gusta que lo quieran, tal como nos ocurre a todos nosotros, y le duele el rechazo. Esto es simplemente un resultado de la Encarnación. Recordemos el grito de San Francisco de Asís recorriendo Umbría: “¡El amor no es amado!”.

Causa de profundos sufrimientos para Cristo durante su vida terrena fue la incomprensión de muchos, la violencia de sus enemigos, y el rechazo de su propio pueblo a su oferta de gozo y salvación en el Reino de Dios. Llegó a llorar sobre Jerusalén al sentir este rechazo (Lc 13,34-35). Un corazón que experimenta estas tristezas queda maltrecho y herido, requiere del afecto y la amistad de los amigos verdaderos.

Jesús eligió discípulos para la misión del Reino porque no quería estar solo, porque le gustaba tener amigos (nos lo dice Mc 3,14: “los eligió para que estuvieran con él”), porque su Corazón los necesitaba. Sufre la humana soledad y tristeza cuando ellos no confían en él, lo abandonan o dejan de seguirlo. Esperaba de ellos fidelidad y apoyo en sus momentos difíciles. La noche de la Última Cena les pide con cierta nostalgia: “permanezcan en mi amor” (Jn 15,9).

La humanidad de Jesús deseosa de ser querida no es anulada por la resurrección, pues a orillas del lago de Tiberíades el Resucitado le reclama a Pedro su amor: “Simón, ¿me amas?” (Jn 21,15). El Amor pide ser amado, incluso en su actual estado glorioso.
Pero también notamos otro aspecto al mirar este Corazón que desea nuestro amor: Jesús no sólo quiere ser amado, y se entristece cuando es olvidado, sino también se alegra enormemente con el amor que le podemos dar, desde nuestra pequeñez y pobreza. No hay duda que también su Corazón está muy lleno de alegría, ya desde antes de su resurrección (Jn 15,11). El vencedor gozoso sobre la muerte ahora también se alegra intensamente con nuestro corazón ofrecido con generosidad.

No sería fiel a la realidad del Corazón de Jesús quedarnos sólo con su tristeza por el amor rechazado. ¡Él es ante todo un Corazón feliz! Feliz con sus hijos e hijas, feliz de que estemos con él, feliz cuando ve nuestras luchas honestas por ser más fieles y mejores apóstoles. Feliz con la sonrisa de los niños y el amor de una mamá. Está contento cuando a los pobres (muchas veces nosotros mismos) se les anuncian Buenas Nuevas. Él se goza con nosotros y le gusta querernos, nos alienta en los esfuerzos pastorales y se alegra con nuestros logros (que en realidad son de él).

IV.             Hay un cuarto tema cristológico al que nos remiten las tristezas que siente el Corazón de Jesús. Esta mirada nos ayuda a entender su identificación con los pobres y aclara y actualiza el tema de la reparación, tema central en esta espiritualidad.
El Corazón misericordioso de Jesús siente especial predilección y compasión por aquellos que la sociedad olvida y desprecia, los humildes y pequeños. Como el corazón de una mamá, Dios desea dar más cuidado a los más desvalidos.

Hoy Jesús está triste por el dolor de sus hermanos y hermanas los pobres y sufridos de esta tierra, con los cuales Él se identifica (“Tuve hambre, y no me dieron de comer…” - Mt 25). Su Corazón en extremo sensible los ama con un cariño especial. Siente gran dolor al ver a tantos de sus pequeñitos tratados con cruel injusticia, y ver que el sueño de un mundo más humano por el que murió sigue como tarea por hacer.
Lejos de un sentimentalismo auto referente, la verdadera tristeza del Corazón de Jesús es entonces el dolor de todos los no amados de la historia, de los tristes por su soledad y miseria, de los perdedores y abandonados. En ellos Jesús sigue sufriendo y para ellos Jesús pide amor y justicia, que es la reparación que más le interesa (Is 58: “El ayuno que me agrada es que abran las prisiones injustas”).

Aliviamos y “reparamos” su corazón afligido cuando socorremos al hermano pobre y desamparado, cuando atendemos al necesitado, cuando hacemos justicia.


A este tipo de amor nos llama la espiritualidad del Corazón de Jesús, porque así nos ama él. Amar entregando la vida como él la entregó. Amar con gratuidad, sin esperar nada a cambio. Amarlo a él porque a su corazón humano le gusta que lo quieran. Amar como él amó, amar a quienes él amó. 

(Claudio Barriga, sj, febrero 2007)

24 mayo 2013

INVITACIÓN IMPORTANTE


Queridos(as) Catequistas:En este tiempo de gozo por la fiesta de Pentecostés vivida hace poco, reciban nuestro cariñoso saludo junto con una interesante invitación.

El padre Gonzalo Bravo (párroco de "La Matriz" en Valparaíso), nos invita, a nombre de la Asociación Bíblica Chilena, a la Conferencia Pública del afamado biblista español, Profesor Santiago Guijaro. Él es un sacerdote español que, actualmente preside la Asociación Bíblica Española. Es un reconocido autor sobre diversas materias de la Biblia. Para conocer un poco más sobre el Padre Santiago, se puede ver link: Santiago Guijarro Oporto

La charla se realizará, si Dios quiere, el Jueves 30 de mayo a las 19 hrs. en la Sala Quinto Centenario de la Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Av. Brasil 2950, frente a estación Barón de Merval).
Por tratarte de una actividad relevante, les rogamos puntualidad y mucha alegría en la participación. 
El tema de la Charla es la fe en torno al 'Primer anuncio en Jerusalén'.

Esperamos que con esta ocasión, podamos seguir caminando en este año de la fe y, sobre todo, reflexionar en torno a la fe con una persona altamente competente, sencilla y generosa, quien ha pensado especialmente en este encuentro con las diversas comunidades.

Dios permita que nos veamos el Jueves a las 19 hrs.
Un abrazo grande y fraternal.
En Cristo y María,

P. Gonzalo Bravo A.
Comisión Diocesana de Catequesis