11 enero 2012

SEMBRANDO ESPERANZA

La formación permanente de los catequistas comprende varias dimensiones, la más profunda hace referencia al ser del catequista, a su dimensión humana y cristiana.
La formación,  ha de ayudar a madurar, ante todo, como persona, como discípul@  y misioner@l, para aprender a vivir en comunidad (DGC 238). Es facilitar el descubrimiento y desarrollo de sus valores humanos y espirituales, su vocación y misión, sin olvidar que ésta es una realidad dinámica como tarea de toda la vida.
SER PERSONA
 1. ¡Eres persona!
2. ¡Sé una persona madura!
3. ¡Acéptate, valórate y confía en ti mismo! 
4. ¡Acéptate, valórate y confía en ti mismo! 
 SER CREYENTE
 5. Creyente es el que cree, espera y ama
6. Creyente es el que vive su fe en comunidad
7. Creyente es el que vive las bienaventuranzas
 SER DISCÍPULO MISIONERO
 8. El catequista: Elegido y enviado por Dios
9. El catequista: Profeta del Reino
10. El catequista: Educador de la fe

EVANGELIO DEL DIA